“El freno durará lo que tarden los secretarios de estado que actúan bajo la presión de estar entre los lobbies y el pueblo, en percibir que la presión del pueblo, es algo mayor que la del lobby. Se debe llegar a este punto”

Profesor Harmut Grassl

Año 1986, central de Vladímir Ilich Lenin, Chernobil (Ucrania), el sábado 26 de abril de ese año, se produce el principal accidente nuclear hasta el momento.

Ese mismo año, a 2000 km de distancia, varios vecinos de la localidad alemana de Schönau, afectados por la catástrofe medioambiental, comenzaron a crear puntos informativos en los que alertaban de los peligros de este tipo de producción eléctrica. Por otra parte, prestaron ayuda a los afectados del accidente acogiéndoles en su localidad. Durante los siguientes años y tras los hechos ocurridos en el norte de Ucrania, trataron de ahorrar al máximo sus consumos domésticos, premiando incluso a aquellos vecinos capaces de reducir más su consumo.

De manera paralela, propusieron a la compañía eléctrica peticiones tales cómo realizar una generación eléctrica libre de energía nuclear o bajar el término de potencia y subir el término de energía, para que sus ahorros se vieran recompensados en la factura eléctrica. La compañía guardó silencio durante años.

Ante la situación que se les presentaba, la comunidad de vecinos se planteó el más difícil todavía: CREAR SU PROPIA COMPAÑÍA ELÉCTRICA.

Para cumplir con este utópico objetivo, deberían ser capaces en primer lugar, de romper el monopolio energético. Los efectos del lobby, las presiones políticas y vecinales, no se harían esperar. Sin embargo, tras una consulta popular, el contrato que une a la compañía y a Schönau, tuvo fecha de caducidad, año 1995.

A partir de ahora, se enfrentarán a nuevos retos.

¿Cómo obtener la energía necesaria?

¿Cómo transportarla hasta los hogares?

¿Cómo capacitar a los técnicos y vecinos para gestionar su propia energía?

Su solución para la transición energética se basará en tres pilares:

  • Fomentar el ahorro
  • Energías renovables y cogeneración
  • Eficiencia energética

Por fin,  en el año 1997 se crea la compañía EWS (Elektrizitätswerke Schönau), no sin antes enfrentarse a una nueva consulta popular. Esta vez impulsada por los opositores. Tras 11 años de lucha por su autonomía y por impulsar un cambio de modelo energético, obtuvieron su recompensa.

A día de hoy, gracias en parte a la liberalización del mercado eléctrico, EWS se adelantó a otras compañías vendiendo su  “ECOELECTRICIDAD”. Esto le permitió expandirse por todo el territorio alemán.

En la actualidad,  EWS distribuye a 135.000 hogares que saben que adquirirán energía con los siguientes criterios:

  • No generar a través de energía fósil, carbón o nuclear
  • No comprar energía a empresas que dispongan de centrales nucleares
  • Destinar 1c€ de cada factura a instalaciones de pequeña potencia para el autoconsumo

Schönau y sus vecinos pusieron sobre la mesa hace casi 30 años, cambios, opciones, debates, problemas y soluciones, que hoy día siguen en boca de todos.

 


 

Acceso al documental completo (subtítulos en castellano):

https://www.youtube.com/watch?v=BGAW_SwYkTw

El espíritu de Schönau